Juntas en la lucha: crónica del 32º Encuentro Nacional de Mujeres

“¡Alerta, alerta, alerta que caminan, mujeres feministas por América Latina!”

“Tu machismo se acabó, vamos juntas por la revolución”

Necesitamos contar lo que vivimos en estos tres días de encuentro, aunque seguramente las palabras no alcancen para representar toda esta experiencia. Pero creemos que es necesario, porque es muy injusta la versión de los medios hegemónicos que quieren opacar y deslegitimar nuestra lucha. Lxs periodistas acreditados para cubrir el encuentro eran casi todxs de medios alternativos, exceptuando dos diarios: Página 12 y Tiempo Argentino. Entonces, ¿qué pueden contar los otrxs del encuentro si ni siquiera estuvieron?

¿qué pueden decir lxs que no entrevistaron ni escucharon la voz de una mujer que formó parte del encuentro?

¿qué pueden mostrar lxs que no participaron de los más de 70 talleres que se desarrollaron en diferentes espacios públicos en los cuales las mujeres debatieron sus problemáticas?

¿qué pueden relatar lxs que no vieron las intervenciones culturales realizadas en la ciudad?

¿qué pueden enunciar lxs que no fueron a las diversas presentaciones de documentales, películas y libros?

¿qué pueden hablar lxs que no sintieron la emoción y el calor de más de 60.000 compañeras caminando juntas al ritmo de una misma canción de lucha?

Hace algunas horas llegamos del 32º Encuentro Nacional de Mujeres, realizado en la ciudad de Resistencia, Chaco. Fue el primero, pero no el último, porque en ese espacio donde estábamos todas por lo mismo, gritando y luchando por las que ya no pueden, nos sentimos como nunca antes y supimos que no queríamos dejar de vernos y de pensarnos así, que ya no vamos a abandonar esta lucha.

Como decía una de las compañeras en la apertura, nos encontramos todas, “las campesinas, las trabajadoras, las mujeres de los pueblos originarios cuyos ancestros han sobrevivido a las campañas genocidas, las estudiantes, las desocupadas, las amas de casa, las sindicalistas las feministas, las víctimas del femicidio, sus familiares y todas las víctimas de la justicia machista, las mujeres trans, lesbianas, bisexuales, la diversidad sexual, las mujeres en situación de encierro, las de organizaciones sociales y políticas, las de agrupaciones estudiantiles, las de organizaciones de derechos humanos y barriales, las mujeres migrantes, las mujeres afrodescendientes, las hacedoras culturales, las de agrupaciones por el derechos a la tierra y la vivienda y todas las otras luchas que nos hermanan”. Es hermoso ser tan diversas y entender que todas podemos unirnos en una única lucha contra el sistema patriarcal opresor, así como en la exigencia de los derechos que nos son negados.

La comisión organizadora recibió a miles de mujeres del país y de algunos lugares de Latinoamérica en el Estadio Centenario del Club Sarmiento. Bajo el lema “El encuentro somos todas”, el acto fue encabezado por mujeres representantes de la comunidad qom, wichi y mocoví que hermanaron las luchas por siempre: “este dia es el principio de una gran unidad de las mujeres indígenas con todas las mujeres”. Luego, las organizadoras compartieron con todas el documento que daba lugar al comienzo de este espacio: “después de 19 años y por segunda vez nos encontramos en Resistencia, Chaco para hermanarnos. En 1998 fuimos 10.000 mujeres, hoy somos 70.000 las que nos reunimos en este encuentro único en el mundo. Nos autoconvocamos convencidas de que a partir de estos encuentros nace la construcción colectiva que nos da la fuerza para luchar contra el sistema explotador, patriarcal y represor”. En el mismo se repasaron las principales consignas bajo las cuales se une el movimiento de mujeres: la declaración de emergencia nacional por femicidios y transfemicidios, la posibilidad de poder decidir sobre nuestros cuerpos, la necesidad de que deje de haber mujeres víctimas de trata, la defensa de nuestros derechos como trabajadoras, la lucha contra el lebos, trans y biodio, entre otras.

Así se dio paso a un encuentro que tuvo diversas intervenciones culturales y artístisticas. Entre ellas se celebró el festival y la marcha “Orgullosamente Torta” que se incluía por primera vez en la grilla y que vino a plantear un posicionamiento político frente al contexto que estamos viviendo en donde se reprimen a las mujeres lesbianas sólo por su orientación sexual..

Del mismo modo, participamos en distintos talleres en donde se trabajaron 71 ejes temáticos. En ellos, de manera horizontal, dando lugar y respeto a diferentes ideas, se discutió, se consensuó y se definieron acciones que continúen con la lucha, porque “ningún derecho nos fue otorgado sin una lucha previa y ninguna lucha es posible sin debate”. De cada uno, se elaboraron conclusiones que estarán disponibles en la página web del encuentro (www.encuentrodemujeres.com.ar).

Finalmente, junto a más de 60.000 mujeres marchamos pacíficamente y sin represión por las calles de Resistencia. Porque el espacio público también nos pertenece salimos juntas a apropiarnos de él, y le preguntamos a Chaco qué sentía al tener tanta mujer luchando por sus derechos.

Algunas compañeras, se separaron en la plaza 25 de mayo del recorrido oficial y pasaron por la Casa de Gobierno para exigir al gobernador la aparición de Maira Benítez, y visibilizar a todas las mujeres desaparecidas en el país. Asimismo, estuvieron en la Catedral, lugar que simboliza la opresión patriarcal sobre nuestros cuerpos.

Nos fuimos decidiendo como próxima sede la provincia de Chubut, asegurando que vamos a estar en donde la historia nos demande, para gritar juntas las injusticias de este sistema opresor.

Vivimos así otro Encuentro Nacional de Mujeres, basado en la autogestión, autoconvocatoria, democracia, pluralidad, autofinanciameinto, federalismo y horizontalidad. Con una comisión organizadora que garantizó un espacio sin violencia ni represión.

Usamos las palabras con las que cerraron aquél documento de bienvenida: “somos protagonistas del mayor espacio de encuentro contrahegemónico actual. el movimiento de mujeres, donde podemos sentirnos hermanadas unidas en este contexto de profundización de violencia machista, y el avasallamiento de los derechos de las mujeres e identidades femeninas”.