Ahora que estamos juntas: #8M
Este 8 de marzo las calles santafesinas fueron invadidas por una “marea feminista”. Eran 7 cuadras colmadas de mujeres decididas a luchar por sus derechos, aquellos que día a día son negados por el Estado y el patriarcado. Al igual que aquellas compañeras obreras que a finales del siglo XIX decidieron exigir lo que les correspondía, todas nos reunimos frente a la Legislatura para gritar: ¡NI UNA MENOS, VIVAS Y LIBRES NOS QUEREMOS!
Por segunda vez, mujeres de todo el mundo decidieron parar sus actividades y marchar bajo el lema: “Si nuestras vidas no valen, entonces produzcan sin nosotras”. Las imágenes que circulan visibilizan, en parte, las emociones que se vivieron en las calles. Éramos miles, millones, en lugares distantes y cercanos, todas movilizándonos por lo mismo. Por igualdad de derechos y oportunidades, porque queremos dejar de ser oprimidas y asesinadas por el sistema patriarcal, porque queremos que el Estado se haga responsable de políticas que protejan nuestra integridad.
En Santa Fe, éramos muchas más que el año pasado, porque la urgencia convoca, y la sororidad también. Poco a poco, a medida que sufrimos más muertes e injusticias, entendemos que sólo la lucha, nuestra lucha, es la que puede cambiar lo que hoy vivimos. Poco a poco desaprendemos que, pese a lo que nos enseñó el patriarcado, no somos competencia, sino compañeras que juntas estamos dispuesta a dar batalla.
Así, las calles se empaparon de los colores violeta y verde, de cantos y gritos feministas. Porque exigimos Ni Una Menos por femicidio, Ni Una Menos por abortar, porque queremos vivir libremente nuestra sexualidad, porque sabemos que no existe biología que defina nuestro género, porque queremos Educación Sexual Integral en las Escuelas, porque nuestro trabajo vale, porque estamos cansadas de ser invisibilizadas. Y tantas razones más.
La marcha recorrió a paso lento pero firme más de 25 cuadras de la zona céntrica de la ciudad. Pasó por la Comisaría 1era, donde una intervención artística recordaba el femicidio de Vanesa Castillo ocurrido hace menos de un mes. El Tribunal Oral fue la segunda parada en la que por medio de fotografías se recordó a las compañeras desaparecidas por la última dictadura militar. Luego llegó la plaza de Mayo donde se sumaron al recorrido las mujeres candomberas. Allí, exigimos frente a la Catedral que la Iglesia deje de intervenir en nuestros cuerpos, y al Estado políticas que nos permitan decidir y que nos protejan contra la Violencia de Género.
Finalmente, llegamos a la Legislatura de la Ciudad de Santa Fe. 25 compañeras leyeron el documento colectivo que abarcaba las muchas razones por las cuales estábamos todxs ahí. A su vez, mujeres actrices, cineastas, músicas, nos abrazaron desde su arte sumándose a los reclamos, haciendo más fuerte la voz.
Sólo por ese día, por esa vez, pedimos a los compañeros que no marchen con nosotras. Que nos esperen en la legislatura y nos acompañen de otro modo. Aunque fueron los menos, no todos pudieron respetar aquel pedido, de entender que era un espacio que debía ser sólo nuestro por primera vez. Por eso seguimos insistiendo: cuando decimos NO es NO.
Otro 8M que se vio reivindicado y revolucionado en la lucha feminista. Como desde hace años decimos que no queremos flores, ni bombones, ni regalos. No queremos ser simplemente entendidas como seres bellos y amorosos. Queremos el reconocimiento pleno de nuestros derechos y la igualdad. Queremos dejar de ser invisibilizadas. Queremos educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir. Queremos ser libres. Queremos dejar de salir a las calles para gritar Ni Una Menos. Queremos que nuestros gritos sean escuchados. Queremos deconstruir el patriarcado.
